viernes, 9 de noviembre de 2018

LA CALABAZA

La calabaza es un fruto u hortaliza de la familia de las Cucurbitáceas que tiene un tamaño general de 25 a 40 cm de diámetro aunque algunas pueden ser muy grandes y pesadas, de más de 35 kilos. Se cultiva en terrenos cálidos y húmedos y su coloración varía mucho entre naranja, roja, verde, blanca, negra, morada o incluso varios colores mezclados. Su forma también es muy variable siendo alargadas, ovaladas, esféricas, etc.



¿CUÁLES SON SUS VARIEDADES?

El origen de la calabaza parece ser Asia Meridional. Los egipcios antiguos y los hebreos ya las cultivaban, sobre todo por sus semillas. Mucho más tarde el cultivo de este fruto se extendió a América Central y el resto de América. En España y Europa empezó a introducirse a partir del siglo XV.
Se distinguen variedades de verano y de invierno. La primera es  de piel fina y semillas blandas y entre sus variedades se encuentran la calabaza bonetera (de color verde, blanco o amarillo), la calabaza espagueti (de color amarillo) y la calabaza rondín (de color naranja y carne blanquecina).


Entre las calabazas de invierno, más dulces pero más secas, destacan la calabaza banana, la cidra o zapallo (de color amarillo intenso) y la confitera o de cabello de ángel (de color y forma variable).
Otras variedades menos conocidas son: americana, Llena de Nápoles, amarilla de París, calabacita de brasil, verde española, botonera, violín o cacahuete, cuello torcido y roja de Etampes.


¿CÓMO ELEGIRLA?

Cualquier época del año es buena para encontrar una buena calabaza, según las diferentes variedades. Las calabazas de verano son mejores de tamaño mediano porque las grandes son más amargas. Tienen que tener la piel firme, con brillo y desarrollada, suave y no excesivamente dura. Las calabazas de invierno son mejores las de corteza gruesa y que estén maduras y pesadas. Si la piel es suave se debe rechazar porque no estará aún madura. Si conservan el pedúnculo es preferible ya que conservan su humedad.


¿CÓMO SE CONSERVA Y CÓMO SE COME?

Las calabazas de invierno duran hasta seis meses ya que tienen una proporción menor de agua y una piel más gruesa. Las calabazas de verano duran menos. Deberemos envolverlas en una bolsa de plástico agujereada e introducidas en el frigorífico como máximo una semana.
Estas hortalizas se pueden congelar, preferiblemente cocinadas porque si se congelan crudas, cuando se descongelan pierden humedad y será más seca.
La versatilidad de esta hortaliza la hacen inmejorable para usar en la cocina. Se puede  hacer asada o en el horno, al vapor o hervida (20 minutos) para que conserve mejor sus nutrientes. Es  también usada en guisos, cremas, ensaladas, tartas, confituras, pasteles, hamburguesas...



¿CUÁLES SON SUS VALORES NUTRICIONALES?

 La calabaza posee unas valiosas propiedades nutritivas que la hacen una alimento muy sano y versátil. Su componente principal  es el agua.
- Es fuente de folatos, que participan en la producción  de glóbulos rojos y blancos y en anticuerpos.
- Entre los minerales que posee destaca el potasio, de la que es rica y que aporta una buena actividad muscular. También tiene fósforo y magnesio en menores cantidades.
- Contiene  vitamina E, que tiene efectos antioxidantes.
- Contiene vitaminas A y C, buenas para la piel, la vista, los huesos, el cabello, las mucosas, además de efectos antioxidantes importantes. La vitamina C favorece la absorción del hierro y previene contra infecciones. Posee betacarotenos, que son pigmentos muy necesarios para nuestro cuerpo.
- Contiene vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 y B6).
- Es rica en fibra, con alto contenido en mucílagos, que mejoran el tránsito intestinal y crean sensación de saciedad.
- Los hidratos de carbono que posee son beneficiosos para la prevención de la diabetes, debido a su riqueza en fibra que retiene glucosa  y la arrastra por el intestino. Aunque este alimento sea dulce, sus azúcares se absorben lentamente y no sobrecargan el páncreas.


Composición por 100 gramos
Energía (Kcal)27.3
Agua (ml)91
Hidratos carbono (g)5.4
Fibra (g)1.5
Potasio (mg)233
Magnesio (mg)13
Calcio(mcg)27
Vitamina A (mcg de Eq. de retinol)75
Folatos (mcg)25
Vitamina C (mg)14

TE RECOMENDAMOS...

- Si asamos la calabaza la horno debes cortarla antes por la mitad pero no hace falta quitarle las semillas. Las especies, plantas aromáticas o miel le dan un toque muy bueno.
- Si la cocemos debemos quitarle la piel, quitarle las semillas y trocearla previamente. Los trozos no deben ser muy pequeños porque se favorecería la pérdida de nutrientes.

NUESTROS CONSEJOS

- Si consumimos habitualmente la calabaza puede resultar muy beneficioso para nuestra salud previniendo enfermedades o trastornos como:
Cistitis, cálculos renales, hipertensión, gripe, estreñimiento, gastritis, cataratas, ansiedad, estrés, depresión, insomnio, infecciones, bronquitis, asma, faringitis, etc.
- Aprovecha el líquido de la cocción en sopas y caldos, ya que es rico en minerales y vitaminas.





CURIOSIDAD

Las semillas de la calabaza, crudas y secas son ricas en zinc, magnesio, Omega-3 y Omega-6, se pueden comer como aperitivo y hacen que nuestro sistema inmunitario esté en buen estado previniendo la fatiga, la depresión  e incluso los resfriados.


CÓMO HACER CALABAZA AL HORNO...

  1. Antes de nada, vamos a poner el horno a precalentar a 200 grados y seleccionamos la opción de que caliente tanto por arriba como por abajo, si es posible. Mientras tanto vamos a limpiar la piel de nuestra calabaza con un trapo de cocina húmedo, por el  contacto directo con superficies sucias que haya podido tener.
  2. La cortamos por la mitad en perpendicular al corazón con la ayuda de un cuchillo afilado.
    Una vez hecho esto, la dejamos tal cual en la bandeja del horno, no es necesario quitarle las pepitas ni nada.
  3. Espolvoreamos la calabaza con azúcar o con sal según sea utilizada posteriormente para postre o para guarnición salada (este paso es opcional, el azúcar o la miel la hará más dulce y la sal le hará soltar agua y darle sabor).
  4. Introducimos la calabaza en el horno a unos 180º grados y durante una o dos horas para que quede bien asada. El tiempo dependerá de la potencia del horno y de cómo te gusta más, aunque cuanto más tiempo, menos agua y más seca y al revés. Ten en cuenta que cuanto más pequeños sean los trozos menos tiempo necesitará para asarse.
  5. Cuando queden 10 minutos para acabar el tiempo abre la puerta del horno y pínchala con un tenedor. Si no notas resistencia es que ya está tierna y lista para comer, siempre dejándola enfriar un poco antes.
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